Pues verán: llevo trabajando en este periódico unos 15 años. Antes de ser periodista, me dediqué a otras muchas cosas (pero eso no importa ahora demasiado). El caso es que mi abuelo, antes de morir, tuvo como última voluntad que llevara la sección de sucesos del diario que fundó mi tatarabuelo hace más de cien años.
Estudié duro y aquí estoy como él quiso aunque, si les soy sincero, ser periodista no es algo vocacional como le sucede al resto de mi familia. Raras veces huelo la noticia y más bien me siento a esperar a que aparezca. Eso sí, por lo visto debo ser un tipo con suerte porque, aunque no la busque, ella siempre llega: viene hacia a mí, me encuentra y yo la publico.
Dice mi madre que nací con una flor enorme en el culo. Puede que ella tenga razón y yo sea afortunado: porque hasta la fecha no hay crimen que se me haya resistido; pero también cabe la posibilidad de que le deba mi éxito profesional a ciertos contactos…
Quién sabe.
Pronto les cuento más cosas sobre mí. Por el momento, entren en el despacho -curioseen- que seguro, con el tiempo y si son avispados, llegan a conocerme muy a fondo.
Por cierto, mi nombre es Raitán.
Encantado de conocerles .